jueves, 17 de marzo de 2016

Episodio 2: Seat 1500



En algún lugar, no muy lejos de la sede de la emisora, P. escuchaba la misma radio dentro de un taxi: la Gran Vía al otro lado de las ventanillas, el conductor saltándose los semáforos, en un alarde fanfarrón de la firmeza de su Seat 1500, girando a toda velocidad hacia San Bernardo.

- Barras estabilizadoras en la carrocería, es acojonante, este coche.
- Hum.

Bajo el abundante bigote que le daba un aspecto mucho más respetable de lo que era, P. articuló un gesto que quedaba a medio camino entre la sonrisa y el desprecio. El taxista pudo contemplar la mueca por el retrovisor y no volvió a abrir la boca hasta el final del trayecto. A P. no le interesaban lo más mínimo los automóviles, mucho menos los motivos de orgullo del chofer y en absoluto la inminente boda de Julio Iglesias (aunque la canción le gustase y no tuviera reparos en confesarlo públicamente.)

A P., que apenas tenía entonces veinte años, aunque aparentase el doble gracias al bigote o por culpa de él, en ese momento no le interesaba prácticamente nada.

4 comentarios

Paola Vaggio dijo...

hostias, que me mola mucho todo!

Elena Netalga dijo...

¡Me alegro un montón!
:D
Beso.

selestar dijo...

¿Ronquidos? Qué misteeeriooo!! Y nunca había escuchado a Julio así, con la guitarra sola, voy a buscar ya mismo cosas de él!! Está buenísimo! <3

Elena Netalga dijo...

Julio Iglesias es lo mejooooooorrrr, las ruinas del coloooooorrrr, zzzZzzzZZZzzz.
<3